Una noche en la UCR

Era una noche muy fría. Eran tan fría que mi piercing en la nariz casi se congelaba. Unas leves gotas (como las lágrimas de un cocodrilo) caían del cielo y predestinaban una noche helada pero con un increible cielo oscuro y despejado. Allá afuera, la gente iba y venía, y nosotros dos, sentados en las escalinatas de la UCR, premeditabamos banalidades insipientes. Y como por arte de magia, mi amigo sacó uno de esos cigarros divertidos, que tanto hacen reir a uno. Al verlo, me precipité, y mis pensamientos se llenaron de prejuicios. Pero mi amigo, con toda la tranquilidad del mundo, me miraba dubitativo y pensaba que, tal vez, algo me había exaltado. Compungido por la duda, tomó coraje y me preguntó:
-¿Te pasa algo?
-No, no, nada. Un escalofrío. Como corre el viento acá.
Mi amigo me miro con soberbía, sonrió y con una mueca dibujada en sus labios, dijo:
-Jaja, sos un maricón. No hace frío.
-Vos porque estás abrigado, sino...
Yo era una de esas personas de dejan a la mitad las frases cuando hablan (como describe Orwell a la señora Parsons en 1984). Pero ya hace un tiempo que había adquirido este estúpido pensamiento de que la gente puede deducir lo consiguiente en la oración.
-Bueno -dije tomando la iniciativa- ¿nos vamos?
-¿QUÉ? -contestó Tomás, mi amigo, algo furibundo- ¿Estás loco vos? Queda toda una tuca.
A cada momento, el frío aumentaba y mis extremidades se entumecían más y más (es una forma de decir, claro está. Miren si se me van a entumecer las extremidades porque hacía 10 grados).
La tuca murió, y la tiramos al piso. Camuflóse fácil entre las hojas derribadas por el viento otoñal (Amarillas y marrones).
Yo seguía buscándome a mí mismo, pero parecía no encontrarme. Venía de dejar muchos proyectos y me había volcado por completo en uno paralelo: el rock. Era lo que me apasionaba en esos días y nada me haría cambiar de opinión. Así que pronto me encontraría con Marcelo, y terminaríamos como todas las noches, vagando en alguna esquina, luego de beber miles y miles de cervezas en ese bar en el que pasaban lamúsicaquenosgusta. Pito teta culo.

A gonza, mi mentor cultural, gracias por tu fascismo singular =).