
Macario era un pseudo-chamán proveniente de los Montes Paraguas, en Cucurrucuram, una localidad de Asunción, la capital de Paraguay. Allí, Macario profesaba su amor a Jesús y a la rajaimú, una conocida hierba lisérgica. Todo comenzó en un viaje mísitico, en el cual se le apareció una figura que a simple vista parecía Jesús que le prometía amor incondicional, a cambio de ser profesado. Macario simulaba. Simulaba ser ignorante; simulaba ser pobre; simulaba no ser drogadilto; incluso simulaba ser Macario. Pero era Macario en fín. Y Macario es el líder. Macario es dueño de Grupo Clarín, SanCor y nuestras propias vidas. Macario le paga a la gente para que actue. Macario es Carpintero porque José lo era. Y aquella historia sobre la campera de $8 robada en un asalto al colectivo, era todo mentira. También simulaba eso.


No hay comentarios.:
Publicar un comentario