Y la ventana chorreaba lluvia cual trastos olvidados en la pileta, y esa canilla que no para de llorar sangre cristalina, incolora, inodora e insipida. Y la verdad, es que esos días, no se le antojaba escribir. Tan solo, no se le anotajaba tener que pensar alguna historia para divertir a un público consumista de lo chabacano, lo irreal, lo sucio y lo idiota. Solo quería tomar una cerveza, tal vez Moby Dick sería buena acompañante, y nos mantendría despiertos con sus historias intergalácticas y sus apóstoles cósmicos, esos que solo aparecen en las películas, las plazas públicas y tu baño. 
A lo que voy es que estaba cansado. Cansado del mundo, tal vez. Solo el lo sabe. Y ni siquiera. Porque su mente era una mutilante máquina de horror y tristeza, cual mítico rocker suicidado. De repente, la lluvia se tornó rosa. Y unos sónidos extraños comenzaron a esparcirse por la sala, devorando a la oscuridad, y bañandola de misteriosas tonalidades de verdes y violetas. Un sin fin de imágenes, provenientes de esa sustancia que bañaba al cartón que llevaba en su boca. Y así fue, que dibujo, y escribó, y pensó. Sintiendo, lloró y se alivianó. Su corazón se endureció, su mandíbula enloqueció, y la merca le tapó la nariz. (CORNETA DE ERROR)¹ Mala combinación amigo. Intentalo de nuevo, más tarde. 
¿Qué tal un poco de esa hierba para activar?. Ey! Ese de ahí soy yo. Ah, no, es el triste escritor. Momento! Está volando!. Oh, dios! No puedo creer lo que estoy viendo. El triste y ácido² escritor está volando. Pero que bien! Ahora si puede cer felis.¹No sabría describir su sonido.
1 comentario:
Rosa me masturbaba viendo películas de Chuck Norris mientras amamantaba a Diego. Sabías eso? Esos datos y muchos más en rascalaluz.blagspaterinks.comi
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