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miércoles, 3 de septiembre de 2008

Se hallaba perdido. Muy perdido. Perdido en una nebulosa de pensamientos que formaban una jaula y encerraban su coherencia. Había perdido la razón, de eso no cabe duda. Pero no del todo. Ciertos destellos de lucidez sorprendían a los demás y creaban una ínfima (inocente e idiota) fé de que se curaría. "Fé" no en el sentido religioso. En el sentido mental. ¿Serán síntomas de la edad? Tal vez sea porque acaba de cumplir 129 años, y no es muy normal. ¿Serán los mosquitos? ¿Será por Dog Chow? Muchas dudas y muy pocas respuestas. La historia sigue, pero no la recuerdo bien, pero lo que sí recuerdo, y lo sé muy bien, porque lo viví, fue su funeral. Fui a visitar a mis tíos en un pueblo (no recuerdo su nombre) en Barcelona, y a los pocos días, pum! el viejo se muere. Claro, toda la ciudad conmocionada. "Se murió don Plácido" por aquí, "Se murió don Plácido" por allá. Y todo el pueblo invitado al funeral (claro está). Llegamos, y había unos cuantos amigos de mis tíos que me conocían de pequeño y me adoraban. Pero claro, yo ya tenía 35 años, y no era el mismo chiquilín que corría por las calles del rrioba. Pero vayamos a lo importante. Lo importante es como estaba don Plácido en el ataud. Era un señor delgado, y tenía una estatura relativamente normal, se podría decir que era alto entre los petisos. Pero no muy petisos. Y tenía un bigote prominente, y sus ojos estaban cerrados, y tapados con 2 monedas que él apreciaba mucho (don Plácido coleccionaba monedas). Una era de Vietnam, había vivido en Estados Unidos, y bueno, eso, Vietnam, chinos, tiros, perder, cervesita, monedas. Y la otra era de Kuwait. A don Plácido le encantaba viajar. Iba de acá para allá. Y uno no sabe de donde sacaba la plata. Su jubilación era 1/3 de lo que recibía el que menos recibía. Pero don Plácido viajaba. Mucho. Yo creo que vendía drogas para conseguir dinero. O era mula de unos narcos españoles, andá a saber. ¿Sus ropas? Pfff, delicadísimas. De una fina seda italiana, vestido muy formal, de traje, con zapatos y demás accesorios que él estimaba. Su cuerpo estaba tenso como el mármol, y corría un frío interno cada vez que uno lo observaba. Era tan tétrico. Frío como algo muy frío. Y bueno, cervesita, eso es lo que yo sé, oficial. ¿Necesita algo más?. ... . Gracias, hasta luego.

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MELA & JUNI

Manucho / te quiero mucho. / Amigo: / estoy contigo.

Luca not dead