sometimes all of our thoughts are misgiven

Fragmento de "Demián" (1919) de Hermann Hesse (1877-1962):

Esas palabras me penetraron hondamente.
-Sin embargo -grité casi-, no puede negar que hay cosas real y efectivamente ilícitasy repulsivas, y que estas cosas están verdaderamente prohibidas y debemos renunciar a ellas. Sé muy bien que el asesinato es una posibilidad real y que hay toda clase de vicios. ¿Pero es que por existir tales cosas hemos de ir a ellas y convertirnos en criminales?
-No es posible examinar en una sola conversación todos los aspectos del tema -concedió Max-. Desde luego, nadie te dice que hayas de matar o violar y asesinar muchachas. Pero sí que no has llegado aún al punto desde el cual se descubre ya el verdadero sentido de lo «permitido» y lo «prohibido». Se te ha empezado a revelar una parte de la verdad. ¡Ya vendrá el resto; no tengas cuidado! Ahora, por ejemplo, llevas en ti, desde hace casi un año, un instinto más fuerte que todos los demás y que cuenta entre lo «prohibido». En cambio, los griegos y otros muchos pueblos hicieron de este instinto una divinidad a la que rendían culto en grandes fiestas. Lo «prohibido» no es, pues, eterno, sino que está sujeto a mudanza. También hoy puede cualquiera yacer lícitamente con una mujer, siempre que la haya llevado antes a presencia de un sacerdote y se haya casado con ella. Y también hay otros pueblos en los que se procede diferentemente, por lo tanto, cada uno de nosotros ha de encontrar por sí mismo lo «permitido» y lo «prohibido» con respecto a su propia persona -lo que le está prohibido. Se puede no hacer nunca nada prohibido y ser, sin embargo, un perfecto bribón. Y al contrario. ¡En último término, no es más que una cuestión de comodidad! Aquel que es demasiado cómodo para pensar por sí mismo y ser su propio juez, se somete a las prohibiciones de momento existentes. Le resulta más sencillo. Pero otros sienten en sí mismos su propia ley, les están prohibidas cosas que todo hombre de honor hace a diario y permitidas otras sobre las que recae una general interdicción. Cada uno tiene que responder de sí mismo.